De media, cada uno de nosotros tenemos instaladas en nuestro smartphone unas 30 aplicaciones móviles. A pesar de estar muy familiarizados con ellas, ya que forman parte de nuestro día a día, son pocos quienes realmente saben todo lo que implica la creación de una aplicación móvil. Si pidiésemos a un usuario que señalase las partes de una app, la mayoría se quedaría en la superficie, es decir, lo que ve: las funcionalidades, las notificaciones push y todo lo relacionado con al interfaz de usuario (botones, pantallas, icono, colores, etc.). ¡Pero eso es sólo la punta del iceberg! Debajo hay un sinfín de elementos y trabajo que sustentan el resto y que en gran medida son los responsables del éxito de la aplicación.