¿Qué tienen en común una app y la marca a la que representa? Mucho más de lo que creemos a primera vista. En un mercado tan saturado como el de las apps, la diferenciación es vital. El cliente decidirá según su experiencia si prefiere ser fiel o no. Sólo reteniendo la marca, sus valores y el concepto que representa, conseguiremos que la semilla de la fidelidad crezca dentro de nuestro cliente objetivo. En pocas palabras, ser genuinos nos hará destacar entre la multitud y conseguir que nuestra aplicación no se convierta en una app zombie. Con este planteamiento inicial, nuestro SlashBoy Ramón Bosch nos descubre cuáles son las claves para diseñar aplicaciones móviles genuinas.
Un estudio realizado por Cohn & Wolfe ha clasificado las 100 marcas más genuinas a nivel global. Este ranking está basado en tres informes anuales y una encuesta a más de 12.000 consumidores en 14 mercados sobre más de 1.600 marcas. Entre las 20 primeras encontramos a Microsoft, Amazon, Apple, Samsung, Google y PayPal, marcas que, por su naturaleza tecnológica, transmiten el 99% de su experiencia de usuario a través de software online, tres de ellas apostando muy fuertemente por el uso de aplicaciones mobile. En este mismo estudio encontramos algunos datos más que refuerzan la idea de la importancia de tener una marca genuina:
- el 90% de los consumidores estaría dispuesto a hacer algo para premiar a una marca por su genuinidad
- un 52% la recomendaría a otros
- un 49% será fiel a la marca
- el 20% estaría dispuesto a invertir en ella
Cuidar nuestra marca es beneficioso, pero ¿cómo transmitir nuestros valores con nuestra app? ¿Cómo construir una poderosa experiencia de cliente en torno a un sólo concepto sencillo?
Para empezar, tenemos que decidir quién es nuestro cliente y por qué descarga nuestra app. ¿Hombre o mujer? ¿Qué edad tiene? ¿A qué se dedica? Teniendo esto en cuenta, debemos ofrecer una propuesta de valor que pueda interesar a nuestro cliente.
Por ejemplo, la propuesta de valor de Google es sencilla: sentido común, empatía y realismo. No juega con ostentación ni aspiracionalidad. Busca una conexión de marca empática con su cliente y lo logra a escala mundial. Sus apps están bien diseñadas y bien cuidadas, con interfaces limpias y modernas. No es sencillo cumplir con todos estos valores, pero la necesidad de hacerlo es clara.
La mayoría de las marcas amateurs fallan en este punto y se ven incapaces de transmitir un valor emocional que conecte con su público, muchas veces debido a la falta de tiempo. Se suele decir que si tu producto es malo, tu marca no te va a salvar. Todo lo contrario. Los aficionados tratan a su marca como un lavado de cara o una capa de pintura, la están tratando mal y por eso la marca recibe un mal nombre.
Los profesionales saben que la marca es aquello que se dice de ti cuando no estás presente. Las marcas viven en los corazones y las mentes de los seres humanos que queremos tener como clientes. Es la reacción a nuestra app, la respuesta emocional colectiva a su nombre, su icono, su identidad, su concepto.
Las marcas viven en el plano emocional de la experiencia del cliente. Están construidas sobre pilares fundamentales de la comprensión del cliente, y por lo tanto, es importante decidir sobre una única y simple promesa de marca para su cliente, para evaluar con facilidad toda la gama de opciones y escoger aquella que es genuina, relevante, motivadora y distinta de la competencia.
Y para terminar, un último alegato. Si ya nadie discute que una empresa necesite una identidad corporativa, por qué nos olvidamos de la importancia que tiene el diseño en general y el branding en particular a la hora de crear una app. Y tú ¿diseñas apps genuinas o eres del montón?