Porque así lo requieren Apple y Google
El sector mobile es un sector que evoluciona constantemente y lo hace de forma muy rápida. Los dos principales players, Google y Apple, realizan actualizaciones permanentemente en sus respectivos softwares. Apple lo hace de manera relevante una vez al año, y Google las lanza aproximadamente cada seis meses. Entre otras consecuencias, estas actualizaciones pueden implicar que una app publicada deje de ejecutarse en un dispositivo correctamente. A modo de ejemplo: para iOS 7, Apple hizo cambios fundamentales en el tamaño de la pantalla y la presentación de aplicaciones y advirtió de que, si durante un periodo de tiempo la app no era adaptada a las nuevas directrices establecidas, al desarrollador se le impedía hacer en un futuro cualquier tipo de actualización, por pequeña que fuera.
Por otro lado, e independientemente de la funcionalidad como tal, una aplicación que no actualiza la estructura visual y de navegación para que coincida con las guías de estilo actuales de cada sistema operativo, será valorada muy negativamente por el usuario. Con lo cual, si no se ha actualizado la aplicación en el último año, es probable que ésta esté obsoleta o desfasada, o sea percibida como tal por el usuario con las implicaciones a nivel de rating y reviews que esto conlleva.
Finalmente, hay que tener en cuenta que estas actualizaciones hay que cruzarlas con una fragmentación de dispositivos muy relevante. Sólo en el caso de Android, existen más de 11.000 combinaciones distintas entre dispositivos y versiones del sistema operativo. De tal modo, es muy probable e inevitable, que una vez publicada existan bugs en la app. Por ello, es imprescindible realizar un seguimiento permanente para su identificación y corrección. En definitiva, un marco de trabajo para la actualización, testing y corrección de bugs tras la publicación de la aplicación es imprescindible.
Porque es rentable y mejora el ROI
Es vital el feedback de los usuarios para ir pivotando a lo largo del ciclo de vida de la app. Así, plantear un primer desarrollo con un alcance funcional muy extenso, realizando una inversión inicial muy elevada sin contemplar una evolución de la aplicación, es un error relativamente frecuente en el que se asume muchísimo riesgo. La definición inicial de un mínimo producto viable en base a la priorización de los requisitos funcionales que aportan más valor, nos permiten ajustar el presupuesto y timings. Para luego y mediante el seguimiento de los KPI’s definidos y la respuesta del usuario, evolucionar la app, incrementando las posibilidades de éxito y rentabilidad de la inversión. En consecuencia, debemos concebir la app desde el principio como un elemento dinámico que requiere de una evolución constante. Y por lo tanto debemos dotarnos de las herramientas necesarias para la definición e implementación de una estrategia móvil para la constante toma de decisiones a lo largo de todo el proceso.
¿Cómo lo hacemos?
Con el objetivo de dar respuesta a estas necesidades, desde SlashMobility proponemos un servicio integral de mantenimiento con distintas actividades complementarias que permiten al cliente disponer, además de un mantenimiento pasivo-correctivo estándar, de una evolución de la app bajo una estrategia mobile definida, eficiente y con unos objetivos claros.
Por un lado, proponemos un marco de trabajo para dar respuesta a las tareas propias del mantenimiento de las apps de forma pasiva. Tales como las actualizaciones de contenido, de versiones, generación de ejecutables, resolución de bugs con QA integrado y la gestión de las cuentas y certificados. Para todo ello, se definen unos SLA’s y tiempos de respuesta, que incluyen mecanismos de notificación de incidencias, custodia del código fuente y tareas de update. De esta manera, damos respuesta a las actualizaciones constantes por parte de los distintos sistemas operativos y a los potenciales bugs que pudieran surgir.
Por otro lado, proponemos un marco de trabajo que permite al cliente la definición de una estrategia mobile y la consecuente evolución de las aplicaciones. En este caso el proceso sería el siguiente:
- Inception Deck: Como punto de partida se definen un conjunto de dinámicas, sesiones de co-creación, brainstorming y focus group, con el objetivo de conocer la estrategia corporativa, los objetivos e identificar oportunidades tales como ahorrar costes, obtener una experiencia más rentable y/o incremento del valor añadido. Esta primera actividad nos permite concretar un primer pipeline inicial.
- Posteriormente y atendiendo a la estrategia y siguiendo pasos definidos, se asigna un equipo multidisciplianar de trabajo para su gestión y ejecución. Entre las cuales se contempla:
- Issues: Gestión del pipeline definido en los respectivos workshops planificados, así como para los nuevos requerimientos solicitados por el cliente. Con ello se procede a la definición de un product backlog que, aplicando un criterio quick wins en la priorización de los requisitos, nos permite la ejecución de distintos sprints y en consecuencia la constante publicación de nuevas versiones de la app.
- Informe trimestral app marketing: Con el objetivo de canalizar el know how mobile por parte del equipo asignado y para la preparación y posterior definición de la estrategia mobile, se propone la realización y posterior entrega de los distintos informes ad hoc del sector. Se realiza un análisis de mercado, benchmarking y seguimiento de nuevas tendencias de forma recurrente.
- Workshop: Se definen sesiones planificadas a lo largo del año en las que se identifican nuevas oportunidades para la posterior concreción o pivotación de la estrategias mobile. Este tipo de herramientas dotan a la estrategia inicial de cierta flexibilidad y de la agilidad propia del sector. Estas actividades pretenden involucrar a las personas clave de la organización, realizando focus group y sesiones co-creativas de las que se elaboran conclusiones de forma conjunta.
- BAU: Gestión de las tareas recurrentes propias del mantenimiento de las apps que comentábamos en el apartado anterior, es decir, gestión de las cuentas, certificados, actualizaciones, resolución de bugs con QA integrado, etc.
Con todo ello el cliente dispone de una solución de mantenimiento integral y cuenta con el know how de un equipo experto en mobile que aporta valor a lo largo de todo el proceso.
Autor del post: Jordi de Juan, project manager en SlashMobility.