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ConceptStudio de SlashMobility buscamos el equilibrio perfecto entre cliente-usuario, creando experiencias bajo los principios del Design Thinking  y el user-centred design (UCD). Una buena forma de que se alineen los astros y así diseñar un producto que cumpla todos los requisitos, es realizando un test de usabilidad para poder obtener feedback de usuarios reales sobre nuestra propuesta. Pero ¿realmente vale la pena? Definitivamente sí. Déjanos mostrarte porqué.

¿Qué es un test de usabilidad?

Un test de usabilidad consiste en observar y analizar a un grupo de usuarios reales (potenciales usuarios) cómo experimentan con el producto, y ver qué funciona bien y qué necesita ajustarse. Escuchar sus necesidades y frustraciones, y tenerlas en cuenta para mejorar así su experiencia y que el producto sea un éxito.

¿Cuándo lo llevamos a cabo?

Primero es prioritario pasar por la fase de definición estratégica, que consiste en llevar a cabo sesiones de co-creación con el cliente, los stakeholders y nuestros expertos en Design Thinking. De estas sesiones obtenemos los insights necesarios para realizar una propuesta de navigation flow, diseñar el wireframe a baja fidelidad, y hacer un prototipo. ¡STOP! Es vital que en esta fase inicial se realice el primer test con usuarios.

¿Por qué?

Los tests de usabilidad en una etapa temprana ayudan a identificar cualquier deficiencia en el diseño, el flujo y la interacción. También escuchar a los usuarios, saber qué funcionalidades son más valiosas para ellos y cuáles menos. Así podemos iterar en el wireframe teniendo en cuenta las mejoras que se han obtenido en el test. Una vez está todo solventado y validado, obtendremos un producto que cumple al 100% con las necesidades de los usuarios y que a la vez están alineadas con las del cliente. Sólo queda pasar a la fase de implementación, realizando el layout, assets y specs, y el producto ya puede entrar en la fase de desarrollo. Sin el test de usabilidad, los errores se pasarían por alto siendo así retoques costosos más adelante en la fase de desarrollo o bien, en evolutivos después del lanzamiento del producto. Forrester, calcula que por cada $ 1 para solucionar un problema en la fase de diseño, costaría $ 5 solucionar el mismo problema durante el desarrollo y costaría $30 solucionar el mismo problema después del lanzamiento del producto.

¿Cómo se estructura?

  1. Planificar
Definir los objetivos e intereses a evaluar en el test. Es necesario determinar las funcionalidades críticas, definir los escenarios y los retos en que se enfrentarán los testers. En esta fase también se decide el  método que se utilizará para realizar la prueba de usabilidad, el número de testers, el perfil demográfico (edad, sexo, etc.) y el formato del informe.
  1. Reclutar participantes
Durante esta fase, se recluta el número de participantes definido en la anterior fase.
  1. Prueba de usabilidad
En esta fase, se ejecuta el test de usabilidad.
  1. Análisis de los datos
Durante esta fase se analizan los datos minuciosamente para realizar un informe final. Este informe debe incluir las problemáticas que se han encontrado y algunas recomendaciones útiles para solucionarlos
  1. Reportar resultados
Se comparte el informe de usabilidad con el cliente, los stakeholders y el equipo implicado en el proyecto para decidir qué acciones se llevarán a cabo.

¿Dónde se realiza?

Hay tres métodos disponibles para realizar pruebas de usabilidad:
  1. Moderado presencial
  2. Moderado en remoto
  3. Sin moderador y en remoto

Moderado presencial

Esta prueba se lleva a cabo en una sala de laboratorio a un grupo de testers. El moderador asigna los retos a realizar, mientras que el observador es monitorizado y toma notas del comportamiento de los testers durante la prueba. Si el grupo es muy grande también se usa un software, que graba la voz, la actividad de la pantalla y las expresiones faciales del tester, para no perder información.

Moderado en remoto

Los testers acceden al prototipo de forma remota y el moderador asigna las tareas en streaming. Mediante un software, la voz del tester, la actividad de la pantalla y sus expresiones faciales son grabadas para que los observadores puedan analizar estos datos al finalizar la prueba.

Sin moderador y en remoto

Los testers reciben un email con un link dónde acceden al prototipo, junto a un documento explicativo de la sesión y las tareas asignadas para realizar el test. También se usa el software, que graba la voz, la actividad de la pantalla y las expresiones faciales del tester. Al realizar el test los datos se mandan al observador para que pueda generar los resultados. Nos vemos en el siguiente artículo: “10 consejos para realizar un test de usabilidad” ¡No te lo pierdas! Nuestra SlashGirl Helena Hernández, UI/UX/CX Manager, es la autora de este post.    ]]>

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